Felicidades amigo excelente descripción única, agradable amena y plenamente identificable a cualquier Urgenciólogo….. que se tache de serlo……. felicidades y que continúen los éxitos………. Noe Arellano
Muchas gracias Dr Pilar Everardo Campos es un placer que lideres como tu sean benevolentes con este trabajo pensado y hecho para todos los que nos enfrentamos a los mismos retos
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Gracias por el Comentario Dra Paula Janeth
Siempre lo he dicho¡ el perfil existe, y si quieren cambiar el mundo de las urgencias y de los hospitales los urgenciologos deben buscar puestos directivos despues de adquirir experiencia en el campo ¡¡¡ obtenido del libro : el urgenciologo : una historia muy sugerente de dr Noe Arellano y Juan Fco
Diálogo entre dos compañeros de primaria que se encuentran un lunes en un café a las 9 de la mañana después de 30 años de no verse.
Vestido de traje, discretamente pasado de kilos, perfectamente peinado.
- Qué gusto. ¿Cómo has estado? ¿Que te has hecho?
- Que tal. Qué gusto.- Pantalon informal, filipina, ojera profunda, sin peinado reconocible.- A mi me ha ido super bien, trabajando como loco y a ti, ¿que tal? ¿ a qué te dedicas?
- Pues a mi me va excelentemente. – Con discreto aire de superioridad.- Soy abogado y ahorita voy al despacho para resolver un par de casos y tu, ¿A que te dedicas?
- Yo soy urgenciologo, estoy saliendo de guardia y en la tarde tengo que ir a otro hospital.
- ¿Urgenciólogo? – Con gestó de franca interrogación en el rostro.- ¿Qué es eso? Es como medicina, o estás en una ambulancia?
- Si, estudie medicina (con sonrisa y gesto de “esto me ha pasado muchas veces”) y luego hice una especialidad.
- !Qué bien¡ y ¿Qué es lo que haces?
- ¿Viste la serie de ER, donde salia George Clooney?
- Claro, el atendia a los pacientes de urgencias y salía con una enfermedad super guapa. – Con cara de asombro y sonrisa por haberse acordado del programa.- Donde le salvan la vida a las personas que llegaban casi muertos al hospital que le daba “choques” a los pacientes.
- Andale ese mero, bueno, ese aparato, se llama desfibrilador, imaginate que soy George Clooney pero la enfermera no me hizo caso.
¿Qué podemos concluir de ese diálogo?
1.- Una persona dedicada a la medicina de urgencias desaparece de su círculo de amistades por un periodo e tiempo prolongado.
2.- Aun muchas personas desconocen el papel del especialista en medicina de Urgencias.
3.- Los medios de comunicación han permitido que la sala de urgencias sea reconocida como uno de los eslabones de la atención de urgencias.
4.- El común de las personas reconoce a urgencias como el lugar donde se salvan vidas.
Tomado del Dr. Edgar Diaz Soto, Capítulo 18: El papel del urgenciologo como divulgador del conocimiento. En el libro Medicina de Urgencia en México, tres décadas, logros y retos.
El día no había sido uno de los mejores para Santiago, pues había muchos conflictos en el hospital con el Tom, y no sólo eso, sino que el reciente proceso de divorcio que estaba viviendo lo mantenía muchas veces alejado de la realidad, como en una cuerda cuántica que le permitía tocar dos dimensiones sin poder pertenecer a alguna de ellas. Contestó el teléfono, y ahí estaba Uriel, con su voz siempre jocosa, llena de entusiasmo, con nuevos proyectos.
—Santiago, ¿qué tienes que hacer el jueves? Vamos a la reunión para la cumbre —su voz siempre transmitía entusiasmo, pero en esta ocasión no pudo hacer eco en el urgenciólogo.
—Lo siento, doctor. No es posible. Tengo algunas cosas que arreglar.
—Ah, qué caray. Bueno, vamos bien en los proyectos. Vamos a tener una reunión en el centro de convenciones. Ojalá nos puedas acompañar. Seguimos en contacto.
Santiago siempre había admirado el espíritu de Uriel en la forma en la que le decía:
“Doctor Uriel, usted crea su suerte.”
En verdad creía que los hombres nacen con determinadas cualidades o “dones”, y una de las de Uriel era formar su propia realidad, crear los espacios para que la suerte fuera dándole lo que él le pedía a la vida; “una de las grandes ventajas del buen karma que posiblemente generó en otra vida”, pensaba Santiago. Sin embargo, aquella ocasión, puso a pensar mucho a Santiago sobre la verdad de esas realidades, sobre si seguir a Uriel en esa travesía que ahora encontraba vacía. Las vivencias de Santiago dentro de la administración le habían enseñado que las personas se pueden apasionar con los proyectos que las instituciones o los grupos establecen; pero al final siempre había visto que todo eso era pasajero, una moda sigue a la otra, los planes que aquel consideraba como lo más grande que pudo haber existido eran olvidados por el otro cuando llegaba al puesto de poder, y junto con esos proyectos se olvidaban los hombres
Recordaba aún a su anterior jefe de prestaciones médicas. Durante su tiempo como encargado fue adulado, admirado y temido; pero cuando salió todos lo criticaron y pronto su trabajo completo fue olvidado. También recordó la propia experiencia con Uriel en el congreso de los panzas verdes. El último día del congreso, Seth lo fue a buscar apurado.
“Santiago, tenemos que apoyar a Uriel. Van a hacer algo feo contra él.”
Santiago y Seth entraron a una reunión no programada ni citada por Uriel, el presidente del grupo en ese entonces, y lo acompañaron ante la mesa de juicio que le habían preparado. Qué irónico que aquellos que lo habían elogiado unos días antes, ahora estaban ahí para enjuiciarlo. El siguiente congreso de urgencias olvidó por completo las innovaciones, los riesgos que tomó Uriel al romper con los esquemas que la sociedad había mantenido durante ya décadas.
Aunque los escenarios eran distintos, la situación era la misma. Los proyectos de los hombres nacen a través de ellos…
… Santiago sabía que el doctor Magnesio, durante muchos años, había sido profesor de residentes de urgencias, de donde había salido Uriel, y también de residentes de otras especialidades como Maxilofacial, además de haberse ganado su fama y prestigio, querido por unos y odiado por otros en los hospitales donde había trabajado en la capital.
—Sí fue, pero todo vale la pena por la familia. Verás, Santiago. He aprendido que debes determinar qué es lo que quieres en tu vida. Algunos urgenciólogos, la mayoría de ellos, sólo buscan el dinero, otros se van por la fama y el poder, pero yo sólo he buscado estar bien con mi familia. Es más, tengo que agradecerle a mi esposa porque me ha aguantado el genio que tengo y las cosas que hemos vivido. Las historias de muchos de los otros, no son los grandes y exitosas como parecieran ser…
… Mientras veía a la ginecóloga salir en su camioneta, Santiago recordó su historia: se trataba de una ginecóloga estricta, con un divorcio, con una sola hija, que, contaban los del hospital, era una adolescente con muchos problemas, inclusive con problemas con su mamá, quien usualmente llegaba al hospital a las 07:30 y casi diario se iba hasta las 18:00, y si en ocasiones la llamaban regresaba aun en la noche y la madrugada como en esa ocasión. Cómo no estar en conflicto con los hijos cuando gran parte del tiempo se dedica a la carrera sin poder armonizar ese episodio. Y, de pronto, Santiago recordó una plática que tuvo hacía un tiempo con Vázquez Puchi, en la que Santiago se quejaba de que su niña no quería platicar con él, una pequeña de una año y medio, quien, al verlo, se volteaba porque no quería estar con él. Vázquez Puchi, en aquella ocasión, también le comentó que había tenido ese problema con su niña más pequeña, y la respuesta de su amigo había dejado desconcertado a Santiago.
“Estaba enojada conmigo, porque no me veía, y era la forma en la que ella expresaba su enojo. Se siente muy feo. Lo que hice desde entonces fue procurar que me acompañara en los viajes.”
La respuesta en ese entonces le parecía a Santiago muy buena, pero tal vez no lo suficiente para poder llegar a ese sentimiento que tenía respecto a su pequeña. Después de todo, no todos compartían la suerte de Santiago de que su familia aceptara subir a una camioneta para poder desarrollar así una vida en familia.
Cuando llegó a su oficina, ya lo esperaba Angélica, la joven médico familiar profesora de los residentes de esa especialidad, que era subalterna de Santiago.
—Santiago, qué bueno que llegaste. Tengo que comentarte algo que la Dra. Gisela me dijo de los residentes. Tuvieron un
problema en la noche, y ella tuvo que venir. Ojalá hubiera más como ella, comprometida, es un ejemplo a seguir.
Las palabras de Angélica le hicieron recordar a Santiago una visita que realizó al Centro Médico Nacional, en el restaurante que está frente a la Academia Mexicana de Medicina. Esa tarde iba saliendo de un congreso que tenía en ese lugar y fue a cenar con sus compañeros a ese restaurante. Aún recordaba que frente a la mesa que habían elegido se encontraba un anciano encorvado ya por los años, que a los pocos minutos preocupó a Santiago, porque apenas se veía que movía el pecho. La preocupación de Santiago desapareció cuando el anciano se incorporó lentamente, y entonces pudo ver que en su solapa estaba el fistol de los miembros de la academia. Muchas ideas de Santiago se confrontaron en ese momento. Siempre quiso ser un profesionista exitoso y respetado en su campo, una referencia para los que vinieran abajo, uno de esos grandes maestros de la medicina de urgencias; sin embargo, aquella imagen le pareció una profecía de lo que puede pasar cuando lo que se busca es ser lo que pudiéramos llamar las vacas sagradas. Anciano y solo, apenas podía caminar, apenas respirar; pero estaba ahí, en un sitio de antaño, ante un proceso de envejecer y una realidad que a veces no queremos aceptar. Y mientras veía a ese maestro, recordó a una de sus amigas, una médico pediatra infectóloga. A su edad era de las mejores del Centro Médico; pero a sus casi cuatro décadas, gran parte de su vida, sus aficiones y su tiempo eran dedicados a esa noble profesión que es la medicina…
HEROES ANONIMOS
El Grupo de urgenciólogos de Jalisco, lanza este video de Medicina de urgencias en Jalisco Heroes Anónimos, la experiencia del nacimiento de esa especialidad en ese estado, que quiero compartir con todos ustedes. Ese video recuerda al realizado por el colegio Americano de Médicos de Emergencias (ACEP) Historia de la medicina de emergencias en estados unidos., sin embargo, bien dicen que muchos de nosotros tenemos la vivencia, pero pocos son aquellos que se atreven a plasmar, mas
¿No es acaso el principio básico de este Libro? Podrán leer muchos estas páginas, e identificarse con los personajes o con sus relatos, es lo que todos nosotros vemos en el día a día en este aspecto de la medicina de Urgencias, pero, ¿Cuántos son los que realmente se han atrevido ha hacerlo?
En el libro encontraras muchas referencias a la especialidad en el Hospital General de Balbuena, pero también hoy comparto este trozo de la especialidad de la Medicina de Urgencias en Guadalajara, tomado de una gran amiga y maestra la Dra. Luz Rebeca Rodriguez Rivera:
La Especialidad en Urgencias Medicas también conocida como Medicina de Urgencias ante el CIFRHS tiene sus inicios en Jalisco primero en los Servicios Médicos Municipales , en aquel entonces la Universidad de Guadalajara y el Consejo General Universitario a partir del año de 1978 a través de la ahora desaparecida Escuela de Graduados aprobó otorgar el reconocimiento de la Especialidad en Urgencias Médico Quirúrgicas a la Dirección General de los Servicios Médicos Municipales, en 1985 a la Cruz Roja Mexicana y en 1994 se otorga el reconocimiento al IMSS, como sede de esta ultima el Hospital General Regional No. 46.
En el 2002 la Dirección general de profesiones a través de la Universidad de Guadalajara cambia el nombre de Urgencias Médico Quirúrgicas a Urgencias Médicas, sin mayores cambios al programa operativo vigente.
El primer profesor titular registrado ante la Universidad de Guadalajara para la especialidad en el IMSS es el Dr. Francisco Gutiérrez García Medico Internista en 1994 , posteriormente en el 2000 se nombra al Dr. Salvador Yerenas García Medico Urgenciologo egresado del HGR 46 quien hizo las labores como profesor titular durante aproximadamente 12 años , posteriormente fue profesora titular la Dra. Lesly Aurora Rivera Villalobos durante 2012-2013 y en 2013 la Dra. Luz Rebeca Rodríguez Rivera quien es la actual profesora titular.
La especialidad desde 1999 lleva a cabo las jornadas de actualización en Medicina de urgencias hechas 100% por residentes de la especialidad en su tercer año , con mucho prestigio local y regional.
En el HGR 46 la especialidad inicia en el 1992, hasta la actualidad lleva egresadas 25 generaciones de Urgenciologos, con un promedio de 10 hasta 16 alumnos por generación, sin llegar a ser una cifra constante, actualmente tiene un grupo consolidado de profesores tanto adjuntos como ayudantes, el hospital es sede del Examen del Consejo Mexicano en Medicina de Urgencias, labor que lleva en conjunto con las otras sedes de especialidad en Jalisco.
Mi reconocimiento para los maestros de muchos de nosotros:
Dr. Salvador Yerenas.
Dra. Norma de la Torres Peredo.
Dra. Luz Rebeca Rodríguez Rivera.
Dr. Sergio Emilio Prieto Miranda.
Dr. Ulises Carrillo.
Si te preguntas, ¿Por qué medicina de emergencias? Posiblemente esto te lo dirá: Estos enlaces te lo dirán.
¿QUE ENCONTRARAS EN ESTA OBRA?
Nos han preguntado mucho sobre que es “El Urgenciólogo”. Los directivos de una de las “H” instituciones dijeron que no podían darnos un permiso porque no era una obra Narrativa sino “un manual de urgencias disfrazado de novela”.
Aun al principio del proyecto fue un tema de debate entre Noe y su servidor, el quería una obra dirigida a los Urgenciologos, yo quería una obra para todos. De esa fusión de visiones, surge este trabajo, posiblemente un manual para los urgenciólogos, pero también una lectura que pueda ser comprendida por cualquier “lego” de la medicina.
¿Acaso no se necesitan todos esos contextos en todos los ámbitos de la vida? ¿Acaso la vida del urgenciologo no es solo un fractal de lo que es su total existencia?
Capitulo 1.- El inicio.
2. ¿POR DÓNDE EMPEZAR? MI PRIMER ENCUENTRO CON LAS VERDADERAS URGENCIAS
3. ¿Y, CÓMO LOGRO QUE ME SIGAN, QUE COMPARTAN MI ENTUSIASMO? LIDERAZGO
4. COMUNICACIÓN EFECTIVA
5. EL SISTEMA Y LA CONGRUENCIA
6. ¿TODOS AL MISMO TIEMPO? TRIAGE
7. APRENDIENDO A ENSEÑAR EN SERVICIO
8. URGENCIAS, ¿TÚ Y CUANTOS MÁS? EL SERVICIO Y SU RELACIÓN CON LA SALUD PÚBLICA
9. LLEGANDO A URGENCIAS: ¿YA ESTAMOS SEGUROS?
10. CALIDAD EN URGENCIAS
11. ACTITUD EN EL SERVICIO: ¿Y POR QUÉ YO HE DE SER AMABLE CON TODOS SI NO TODOS SON AMABLES CONMIGO?
12. ESPIRITUALIDAD EN URGENCIAS
13. AFRONTAMIENTO A LA MUERTE EN URGENCIAS
14. LA VIDA PERSONAL DEL URGENCIÓLOGO. ¿MÁS ES MEJOR? LA FAMA TRAE LA SOLEDAD
15. RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE
16. ¿LA PRÁCTICA DE LA MEDICINA DE URGENCIAS ES CIENCIA O ARTE?
17. UN NUEVO COMIENZO
—Santiago, a lo mejor tú tienes la respuesta a algo que estoy pensando en este momento —preguntó Uriel sinceramente interesado—: ¿por qué en la sala de urgencias tenemos dos pacientes con edades similares, condiciones similares, pero uno de ellos vive y otro muere? ¿Qué es lo que hace que una de esas dos personas, en igualdad de circunstancias, sobreviva o no?
—No podría contestarle eso, doctor. Creo que es muy complejo. Se lo pregunté en alguna ocasión a mi maestro. Yo quería demostrar eso a través de un protocolo de investigación, y recuerdo que me dijo él muy serio:
”“Eso no lo podrás demostrar con las herramientas convencionales que tienes. Hay que buscar en la teoría de sistemas y en la física cuántica.”
—Para ese momento no lograba comprender eso; pero ahora lo veo más claro, doctor. Querer medir cosas que no podemos medir a través de los métodos convencionales no ayuda. Es necesario que usemos métodos menos convencionales.
—¡Ja, ja, ja! ¡Hablas de manera muy mística! —rió Uriel.
—No es misticismo, doctor, en verdad. Son realidades que están frente a nuestros ojos, sólo que no queremos verlas. Fíjese que me he encontrado entre los compañeros a gente que no parece y es muy mística, doctor. ¿Recuerda al Dr. Magnesio? —dijo Santiago refiriéndose al mote que tenía uno de los primeros urgenciólogos que Uriel conoció cuando era estudiante y aquel que lo inspiró para seguir esa especialidad.
—Sí, claro, Santiago —respondió contento Uriel—. El maestro Magnesio es tremendo. Sabe mucho.
—Pues alguna vez, platicando sobre cosas similares a ésta, le decía lo mismo: que cómo influyen aspectos escondidos de la fisiología en que un paciente muera pronto o permanezca en estado de agonía durante un buen rato, y, doctor Uriel, él me contestó que una de las cosas que hace cuando ve a un paciente que está sufriendo mucho y que no se muere a pesar de todo, es hablarle al oído, aun estando sedado, y les dice que todo está bien, que se pueden ir en paz, y usualmente así ocurre.
—¿El maestro Magnesio hace eso? ¡Jamás lo podría creer de él! ¡Siempre tan pragmático!
—Doctor, creo que la espiritualidad y la medicina no deben estar peleadas, sino deben ir de la mano…
A proposito de este tema te invitamos a leer:
Reanimación presenciada, en el contexto hospitalario Mexicano.
http://desacatos.ciesas.edu.mx/index.php/Desacatos/article/view/345
12. ESPIRITUALIDAD EN URGENCIAS
La reunión de los dos urgenciólogos se dio en un contexto ajeno al que siempre estaban acostumbrados dentro de las salas de urgencias. En esa ocasión fue durante uno de los viajes de capacitación que hacían. Habían terminado el curso e iban de regreso; sin embargo, por esperar al doctor Puchi, que esa mañana se había levantado un poco tarde debido a la resaca de la noche anterior, habían perdido el vuelo de regreso a casa, por lo que podían disfrutar de un par de horas sin el estrés de las prisas ni una agenda prefabricada.
Puchi y Seth —un médico reanimatólogo, compadre de Uriel y miembro del mismo grupo de capacitación— habían decidido visitar el centro de la capital, pues a Seth, cada visita la capital era una oportunidad para ver las nuevas adquisiciones que el Fayu, un comerciante del centro histórico, tuviera. El Fayu siempre asombraba a Seth con las nuevas “creaciones” que tenía. Bueno, en realidad no se requería mucho para asombrar a Seth, que era comprador compulsivo de todas las “novedades” del Fayu, al extremo de que a veces compraba cosas que ya había comprado. Así que Uriel y Santiago se quedaron esperando que diera la hora del vuelo de regreso a casa. Se encontraban cansados y no tenían ganas de moverse una hora en una ciudad como la capital. Ese mismo día, pero hace un par de años antes, estaban en ese mismo lugar con Octavio. Era un joven médico, recién egresado de la carrera, que en ese mismo viaje había sufrido un accidente y había muerto. El cansancio del viaje, la fecha y el lugar donde habían provocado que Uriel recordara a su antiguo compañero.
—¿Has pensado en lo impredecible que es la vida, Santiago? —recuerdo que hace dos años, cuando vinimos a dar un curso aquí, Octavio nos acompañaba, y luego pasó el accidente. Recuerdo que el Nenuco intentó ayudarlo —el Nenuco era otro de los miembros del equipo—, y a pesar de todo lo que sabía no pudo hacer nada.
—Sí doc, lo recuerdo bien —dijo Santiago como si entrara en un estado de meditación—. En realidad parece que la vida siempre es así, doc —Santiago estaba pensando mucho en las palabras que Perales había dicho en la conferencia de una semana antes. El Dr. Perales era uno de los líderes de la Sociedad de Urgenciólogos, y había dado esa conferencia a un grupo de residentes de la especialidad, diciéndoles que los pacientes en urgencias no se “dejaban morir”, que para eso habían estudiado Urgencias.
—Estuve pensando mucho en las palabras de Perales, doc —continuó Santiago—. Creo que no existe un paradigma más equivocado respecto a la muerte que ése. Vea el caso de Octavio: venía a un curso de reanimación, con expertos en reanimación, y a pesar de ello, de haberle dado todos los cuidados, desde el momento en que pasó el accidente, finalmente murió. Creo que esas posiciones que se le enseña a los muchachos —refiriéndose a los residentes de urgencias— en realidad son parte de los antiguos conceptos de escuelas viejas que sólo disfrazan el ego del grupo ante una verdad que en realidad no podemos controlar. La muerte llega, y cuando es así no podemos hacer nada.
Uriel recordó el simbolismo del escudo de su sede de especialidad63 “el agua quemada”, el espejo del universo, el atl-tlachinolli. Todos los ciclos de inicio de residencias, el maestro Sergio les explicaba el significado: el justo medio entre el agua (laliact, jade) y el fuego (cuezalli, turquesa)64, separados por una línea imperceptible, como el yin y el yang, la vida y la muerte, una dualidad siempre presente; un recordatorio de que “el urgenciólogo defiende la vida, pero respeta el territorio de la muerte”.
—Sí, así es, pero no debes negar que nosotros somos los mejores para combatir la muerte. De otra forma tu posición sería muy determinista —respondió orgulloso Uriel.
—No es ser determinista doctor. No quiero decir que no hagamos nada por el paciente por la premisa de que “se va a morir” —Santiago se refería a una posición que había visto en muchas ocasiones en varios de los hospitales, donde el médico, juzgando a priori que el paciente se iba a morir, evitaba tomar acciones o realizar procedimientos más por flojera que por genuino sentimiento de beneficio del paciente—. Tenemos que hacer todo lo que está en nuestras manos por evitar que el paciente muera; pero, precisamente ese concepto de que nosotros pelamos contra la muerte es un concepto errado.